La ciudad es una joya en el corazón de la Turena, el «jardín de Francia», tierra de viñedos, gastronomía, productos agrícoles y lácteos. ó

Del vino a las bodegas: un descubrimiento sin fín lejos de la masa y de las carreteras más transitadas, entre viñedos y bodegas, un viaje inmerso en paisajes verdes y apacibles, que invita a conocer a los ciudadanos del país, su legendario espíritu de hospitalidad y su “néctar divino”.

Sin olvidar los mercados de productos locales franceses, que aquí, en Loches, llenan las calles de la ciudad dos veces a la semana. O las famosas «brocante», mercados de venta de objetos antiguos y de segunda mano típicos de este país…

Con una superficie de aproximadamente 100 km, la Turena cuenta con muchos de los castillos más famosos del valle del Loira y de espléndidas ciudades. Miles de tesoros le esperan: Chenonceau, Chambord, Amboise, Chinon, Villandry, Ussé, Azay-le-Rideau, Chaumont-sur-Loire, Valençay, Langeais… pasando por Blois, Tours, Saumur, Chinon, Montrichard, Châtellerault , Richelieu…

Protegidas por tres Parques Naturales Regionales (Brenne – Loire Anjou Touraine – Perche), la Turena y la Región del Valle del Loira conservan un patrimonio reconocido a nivel nacional e incluso mundial (280 km de rutas fluviales declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde noviembre 2000), con su encantadora naturaleza, llena de rutas cicloturísticas (Loire à vélo, Indre à vélo, Cher à vélo, Vienne à vélo) y excursiones (como el G.R.3 y el camino de San Martino), bosques (el bosque estatal de Loches cuenta con 4.000 hectáreas), jardines y cursos de agua.